muf_Amara Roca Iglesias
Amara.- Soy Amara Roca Iglesias, española, cinco años y medio en Londres, ahora mismo estoy trabajando en un estudio que se llama Manalo & White Architects, haciendo proyectos de vivienda residencial, edificios culturales, hoteles, fábricas… Proyectos varios y lo compagino con un máster de investigación asociada al grupo de investigación arquitectónica de situaciones de escasos recursos y de emergencia en la London Metropolitan University. Continuaré en mi postgrado y comenzaré una tesis en septiembre. Previamente trabajé tres años para muf.
+ Y muf ¿Qué es?
A.- muf es un estudio de arte y arquitectura que se centra en intervenciones en el espacio público con iniciativas de participación ciudadana.
+ ¿Qué es lo que te atrae a ti? Porque viendo un poco la trayectoria que has llevado, tanto tus estudios previos o tu trabajo previo en muf mas lo que estás planteando ahora para la tesis, hay como una implicación muy grande con comunidades locales, etc. ¿Qué es lo que te atrae a ti de esa parte de la arquitectura?.
A.- Pues me atrae una visión de la arquitectura que no sea solamente centrada en la economía sino que también esté centrada en las experiencias de las personas, en construir espacios que fomenten la participación social, la educación. Entendiendo que otro tipo de sociedad es posible.
+ Has estado tanto en los trabajos con muf como en Katmandú donde has llevado un proyecto mucho más personal. Desde tu experiencia, ¿cuáles son los retos que ves a la hora de poder implicar a las comunidades en procesos participativos? Es decir, por un lado tienes los proyectos de muf que son como un encargo y por el otro tienes tu proyecto personal donde tú llegabas con una idea hacia la comunidad, entonces entiendo que son como dos preguntas separadas, pero bueno yo te las suelto de golpe y porrazo y tu ya gestionas cada una.
A.- Bueno, en los proyectos de muf siempre había un organismo público que estaba interesado en involucrar a los vecinos, pero digamos que desde el estudio siempre nos replanteábamos los encargos y la descripción de proyecto, entonces siempre empezábamos los trabajos no desde donde el cliente quería sino desarrollando nuestro propio «brief» . Porque entendíamos que el cliente, que es una autoridad pública y tienen ciertos plazos, no siempre sabe lo que el barrio necesita o no está en la posición de ser capaz o de dar tiempo suficiente para saberlo. Entonces, lo que nosotros intentábamos hacer era en un espacio de uno o dos meses al principio del proyecto para pasar mucho tiempo en el barrio, hablar con la mayor gente y agentes locales posibles para intentar ver qué era lo que los vecinos querían. Qué era lo que la autoridad pública quería e intentar no siempre establecer una solución de compromiso, sino ver también nosotros, como arquitectos y urbanistas, donde creíamos que estaban las necesidades. A partir de ahí volvíamos a la autoridad pública, con una propuesta de lo que nosotros creíamos que debía ser el proyecto y a partir de ahí comenzábamos la conversación.
+ La propia autoridad pública y la gente que os había contratado, recibían no tanto la ejecución de un encargo sino que vosotros hacíais una visión más crítica del encargo que os habían dado y con esa critica volvíais a la comunidad y a la administración para que os diera un «feedback» de lo que vosotros estabais devolviendo.
A.- Si, y nosotros lo que intentábamos hacer era digamos que, no solamente avalar, sino también pasar tiempo en el barrio, hablar con los diferentes agentes locales intentar como esos deseos […] se podían transformar en una propuesta arquitectónica, ir a la administración pública y presentarla; «esto es lo que quieren los vecinos y así es como se podría hacer». Y aunque en teoría parece bastante sencillo y parece que todo el mundo se podría quedar contento, no siempre es así, porque de entrada la administración pública te ha contratado para que hagas un proyecto y tú estás diciéndoles que no lo quieres hacer.
+ Hablas de contactar con la población supongo que habrá varios niveles. No sé si es puerta a puerta, flyers, redes sociales, contactar con líderes vecinales que luego contactan con el resto…, o sea, ¿cómo lo planteáis?
A.- Pues depende primero del proyecto. En un proyecto de activación de calle donde lo que se va a plantear es intentar una estrategia de reactivación del comercio local, e intentar poner en conjunto a comerciantes con artistas locales, primero haces un mapeo previo de espacios públicos e instituciones culturales (tanto públicas como privadas) utilizando internet y luego cuando vas al lugar visitas cada uno de esos puntos, y hablas con todos los comerciantes de la calle.
+ ¿Porqué culturales?
A.- Culturales porque en la re-activación de un barrio o de una zona los agentes culturales son de entrada los que podrían estar interesados en que el barrio se reactivase, tener poder para colaborar y sacar un beneficio, porque si más gente va al barrio, más gente visitará sus centros y no es un beneficio tan económico, tan directo. Hay un interés mutuo.
+ ¿Y por qué no educativos?
A.- Educativos también, son las dos.
+ ¿Meterías también el arte ahí?
A.- Si, y meteríamos también algunos casos negocio local. Nosotros en general lo que hacíamos era incluir cadenas, porque si eran procesos de mejora de barrio local, de mejora de la calle principal, con Starbucks, Tesco y demás no hablábamos en principio, pero si eran comercio local tipo cafeterías del barrio o la tienda de libros, sí porque entendíamos que de alguna manera esos son los que están en peligro.
+ O sea, deduzco que vuestro objetivo va hacia el reforzar las redes locales por encima de otras cadenas o de un interés más general: trabajar y reforzar lo local para a partir de ahí construir el barrio.
A.- Si, e intentar también hacer de su barrio un espacio público. Muchas veces la gente local con negocios pequeños ya se conocía entre sí y es una gente que tiene interés en el barrio porque son de allí y su negocio está allí, pero al mismo tiempo tiene también un interés como personas de hacer de su barrio, de la zona donde trabajan, un lugar mejor.
+ Lo que decías antes, no era solo lucrar, sino que tenían unos objetivos más amplios.
A.- Son la gente que va a facilitar el proceso, pero también los que se van a encargar de cuidarlo en el momento en que nosotros como arquitectos desaparezcamos o el ayuntamiento cambie. Entonces, se establecen esas jerarquías más informales para intentar establecer grupos que se hagan fuertes mientras nosotros estamos allí, pero que puedan seguir su camino cuando desaparezcamos.
+ Por un lado, ¿cuáles son los roles? Porque has hablado de jerarquías, y me interesa mucho cuáles son las jerarquías o esos círculos de confianza o de trabajo.
¿Cómo habéis identificado esas jerarquías para ver cómo funcionaban y luego como es el proceso de delegar responsabilidades para vosotros, ir difuminándoos dentro del propio proceso?
Y luego un tema de identidad, me gusta mucho cuando hablabas de que el propio barrio pudiese hacer suyo el proyecto y defenderlo de los posibles cambios. Yo lo veo directamente relacionado con identificarse o apropiarse del proyecto.
A.- Bueno la jerarquía porque por ejemplo, (y estoy hablando de un proyecto determinado) en el momento que nosotros recibimos el encargo que venía de la GLA. Pero era para un determinado ayuntamiento que había hecho la propuesta de financiación junto al centro cultural del barrio, que era un centro cultural privado pero con acceso público, con servicios como por ejemplo cafetería con un gran espacio para que las madres dejaran a los niños jugando y clases para adolescentes de baile o canto. Cuando pusieron la financiación el cliente eran el centro de arte y el ayuntamiento en conjunto; cuando nosotros llegamos no se hablaban entre ellos. Pero bueno, a nosotros nos interesaba seguir teniendo la conexión con el centro de arte, no tanto para publicitar los eventos o para ser organizadores sino, intentando no utilizar la financiación del proyecto para ello, utilizar sus recursos como una manera de visibilizar, incorporando eso en los eventos que nosotros organizásemos. Luego había también un grupo de comerciantes locales que se iban a constituir como grupo, y otra parte paralela de la financiación iba para una persona con conocimientos necesarios para llevar ese proceso, entonces […] ese grupo al que nosotros íbamos a tener que presentar las propuestas y que ellos tendrían que aceptar. Entonces, antes de meternos en ese proceso, lo que yo hacía mucho era ir de espía y simplemente hablar. Ir al centro de arte, hablar con las madres, hablar con el de la cafetería, intentar un poco ver lo que la gente ha dicho del barrio, pero de forma anónima. No decía para quien trabajaba, siempre decía que era una estudiante.
+ O sea, podríamos decir que tienes por un lado un mapeado oficial donde intentáis encontrar esas jerarquías, esos interlocutores y esas inquietudes de manera oficial y por otro lado un mapeado no oficial o informal donde queréis mas o menos entender el «warming», donde está o qué sentimientos se pueden desprender de esta comunidad.
A.- Sí, porque aparte entre y dentro de ellas había tensiones. Al ir de incógnito por una parte descubrí las cosas positivas que tenía el barrio y que la gente local valoraba, aunque en el ayuntamiento no te lo dijese, porque a lo mejor era algo no cuantitativo […]; por otra parte, ví cuáles eran esas tensiones que quizás harían que el proyecto fuese complicado como por ejemplo el hecho de que el centro de arte y el ayuntamiento no se hablasen […] tú te ves en una posición intermedia, por lo que no tienes a nadie contento pero tienes que seguir haciendo tu trabajo.
+ Una de las preguntas es cómo articular la red contactos y articular a los socios, que es más o menos un poco el proceso que hablabas de reuniones y encuentros. O sea cómo jerarquizas a esos socios, es decir, tienes al ayuntamiento por un lado el centro cultural por otro, es un ejemplo, luego tienes los comerciantes, la gente de a pie y supongo también tenéis vuestros propios referentes de asesores, etc. ¿Cómo articulas un equipo de trabajo con esos factores?
A.- Bueno, pues no fue fácil y de hecho al final muchas cosas se acabaron separando. Digamos que el objetivo inicial era mejorar la calle principal que era donde estaba el centro de arte y que era un túnel de viento. Estaba siempre en sombra porque el centro de arte era muy alto y ya se habían hecho algunas reformas de pavimento. Nosotros entendíamos que no merecía la pena invertir 400.000 libras en esa calle, mientras que 2 minutos más allá había una calle peatonal paralela pero cubierta con un montón de mini bajos asociados a ella que estaban vacíos; entendíamos que en vez de dedicar tanto presupuesto a un espacio público que no tenía las condiciones idóneas, se podía utilizar parte de ese dinero en reavivar esa galería interna local y hacer algo con la calle del centro cultural dejando menos dinero. ¿Qué pasa?
Digamos que eso no estaba en el programa y además ese edificio pertenecía a un agente privado, o sea que, lo que nosotros le planteamos al ayuntamiento era dedicar parte de ese dinero en una estrategia temporal pero que podría realmente ayudar a reavivar el comercio local […]. Al final el resultado del proyecto fue una mezcla de distintos intereses […].
+ A un nivel pragmático ¿cómo eran vuestras reuniones?, es decir, por ejemplo, ¿una reunión semanal con la administración, una reunión mensual con los comerciantes, una reunión interna diaria? ¿Cómo procedíais?
A.- Nosotros teníamos una reunión mensual con el ayuntamiento. El grupo de vecinos tenía una reunión cada 15 días, pero luego la persona externa que se ocupaba de formar un grupo de agentes locales para reactivar la economía y el comercio local además de empoderarlos como grupo, se pasaba muchísimo tiempo en la calle, casi todas las semanas. La financiación se consiguió en paralelo a la de las mejoras del espacio público, pero al principio del proyecto yo sí que tuve muchísimas reuniones con esa persona, hicimos bastantes visitas al lugar.
+ Esas reuniones eran para tú entender, o para hacer una formación de la persona o en los 2 sentidos.
A.- Esas reuniones eran un poco para intentar entender cómo podíamos trabajar juntos; qué necesitaban ellos que nosotros como arquitectos pudiésemos hacer. Por ejemplo, necesitaban una identidad gráfica para empezar a comunicarse, y nosotros teníamos una persona que aunque no era del estudio siempre trabajamos con ella en temas gráficos; los pusimos en contacto para que de alguna manera lo que se empezase a hacer al principio quedase ya como logo.
+ Entonces vosotros intentasteis detectar necesidades y sumaros como herramienta, para satisfacer esas necesidades, mientras ibais creando lazos de confianza que os permitiesen luego desarrollar proyecto, o en paralelo ir desarrollando el proyecto. Tener afinidades comunes y esa labor de coordinación o de traducción de lo que ellos necesitan para el proyecto lo hacías vosotros con esta persona con la que te reunías de una manera más frecuente; a ti te servía para detectar necesidades o indicadores para vuestro proyecto y también para sumar energías hacia algo que ellos necesitaban
A.- Sí. Realmente lo que nosotros necesitábamos mucho era tiempo, porque al principio era un proceso muy complejo; el grupo de comerciantes tenían necesidades de ya, el ayuntamiento tenía necesidades de ya y nosotros necesitábamos un tiempo para intentar entender cuáles eran esas necesidades y cómo podíamos ayudar. Entonces todas esas reuniones valían tanto para nosotros como para conocer lo que la persona que estaba formando al grupo de comerciantes visualizaba, para que entendiese un poco lo que nosotros pretendíamos hacer y cómo eso podía contribuir. Al final, ellos estaban hablando de organizar mercados los sábados y nosotros estábamos diciendo, «bueno, pues igual el sitio donde está ahora el mercado, por ejemplo, es un parking durante la semana y una mañana a la semana se convierte en mercado» […] Pero nuestra estrategia era a nivel de barrio; intentar hacer espacios para los niños del barrio en distintos puntos con el objetivo, no tanto de que fuesen parques, sino que fuesen momentos en el que un niño se pudiera sentar a jugar o una persona se pudiese sentar a leer un libro, no eran sólo lugares para niños, […]. De esa manera pretendíamos también que el mercado ya no fuese sólo un sitio de venta, sino que fuese un sitio de paseo, un sitio al que la gente va aunque no vaya a comprar nada, simplemente porque es una atmósfera agradable y es un lugar que invita a quedarte. Por ejemplo la biblioteca igual; nadie iba a la biblioteca local, y aunque de entrada no estaba en la propuesta, pero entendimos que la biblioteca local siempre iba a estar allí aunque el centro de arte se fuese; para los vecinos siempre iba a existir porque es local y pública. Por ello intentamos indicar que allí estaba, y fomentar su uso y hacer que la entrada fuese el lugar más agradable, que no lo era.
+ Creo que es una forma muy inteligente de poder sumar actos a ese proceso y poder trabajar la complejidad desde la complejidad, es decir, en vez de rehuir la complejidad simplificando las decisiones; al revés, complejizar las decisiones para poder trabajar realmente con la realidad y por otro lado ampliar el campo de acción, porque claro, en un entorno como el barrio, si tú estás intentando transformarlo tienes que jugar en diferentes lugares.
Y sobre el mantenimiento, ¿cuándo vosotros os marcháis cómo permanece eso?¿Cuál era la estrategia que teníais para poder llevarlo a cabo?
A.- Bueno la estrategia era, por ejemplo en la galería con tiendas, establecer que iba a pasar con esas tiendas; quién se iba a encargar de que esas tiendas estuviesen habitadas, pues, una de las tiendas iba ser para el grupo de comerciantes y la idea era que nosotros les ayudaríamos durante el primer año a encontrar programa y que luego ellos fuesen capaces de continuarlo. Pensar qué va a pasar cuando nosotros desaparezcamos. Lo que pasa es que ese caso se complicaba porque el ayuntamiento quería una foto al final de su calle completa y nuestra propuesta era más de momentos, entonces no había tanto una foto de «así es como ha cambiado el barrio». Y al final eso tiene de bueno que distribuyes el presupuesto al máximo, un poquito en cada sitio, y nuestra idea era que no fuese un proyecto finalizado, sino que fuese un inicio, que igual en «x» años consiguiesen más financiación y entonces pudiesen plantar más árboles en la calle. Era como plantar una semilla y que luego pudiese crecer, pero el proceso fue muy difícil.
+ Y por ejemplo hablando de proceso;¿Como debiera ser el espacio ideal para poder hacer una transmisión y que la gente pudiese hacer ese mantenimiento?¿Qué parámetros y que socios o colaboradores necesitaríais para en un proceso ideal?
¿Y cuál sería el mínimo por el cual trabajar ya no tiene sentido?
A.- Yo creo que la financiación a largo plazo sería importante porque sino lo que acaba pasando es que al principio todo el mundo pone mucho entusiasmo, pero cuando llegan momentos difíciles donde coordinar y seguir, es muy complicado que la gente siga si no hay financiación para garantizar continuidad, al menos mínima. Por ejemplo si tú empiezas este proyecto y sabes que va a haber «x» tiendas que van a estar vacías y vas a tener que llenar, quieres tener presupuesto para por lo menos poder organizar un mercado navideño, para que no se pierda la idea para la que es este espacio y que tipos de iniciativas queremos.
Por otro lado tiene que haber un profesional que no tenga un interés personal directo en el espacio o en el local porque si no es muy difícil; esa persona puede ser local, pero que sea un estratega y que no mire por su beneficio, sería un agente cultural y obviamente debería estar muy conectada con los agentes locales que sí que tienen un interés directo en el barrio, pero estableciendo de algún modo esa diferencia.
+ ¿Qué roles consideráis imprescindible dentro de este proceso? Porque vosotros sois arquitectos principalmente, ¿habéis echado menos antropólogos, sociólogos, pedagogos, trabajadores de calle? ¿Crees que hay elementos que deberíais incorporar a estos procesos?
A.- Yo creo que pedagogos y educadores serían muy importantes, quizás durante el proceso, pero pensando en el futuro. Si desde la arquitectura, desde la sociología o desde la política queremos que los ciudadanos se involucren en su barrio y participen alguien nos tiene que enseñar a hacer eso. Ahora mismo los procesos participativos o surgen de una agrupación de vecinos, de un grupo de arquitectos o artistas que quieren hacer las cosas de manera diferente o del mundo de la cultura, pero todavía hay mucha incertidumbre, […] y yo creo que si vamos en esa dirección el papel de los educadores es muy importante. Incluso durante el proceso, hubiese estado bien, pues no había nadie, digamos nosotros nos esforzamos por mantenernos en contacto con el ayuntamiento, los comerciantes, el centro de arte… pero era por voluntad propia y porque realmente entendíamos que el proyecto mejoraría si todo esto estaba en conjunto; pero al final hubo un momento en el cual nos tuvimos que separar de todo eso una vez que se centró en lo que iba a ser el proyecto; y nos centramos en esa parte y yo creo que ahí hay una pérdida brutal tanto para el proyecto como para el grupo de comerciantes. El problema es que desde el principio fue muy difícil dejar claro cuál es el cometido de cada uno; su cometido era organizarse como asociación de comerciantes, no decidir cómo se iba a gastar el dinero público y nosotros íbamos con nuestra mentalidad de «esto es dinero público y nosotros no queremos gastarlo como el ayuntamiento dice que hay que gastarlo, queremos ver las necesidades del barrio». Pero hay una dialéctica muy difícil para decir «no, vosotros no vais a decidir qué se hace con este dinero público, podéis influenciarlo pero no decidir». Ellos llegaron a decir cómo debíamos gastar ese dinero, en ninguna de esas propuestas había propuestas arquitectónicas, pues era cambiar el sistema del parking. Ahí sí que se necesitaba un educador.
+ Bueno, tener muy claro de un principio los objetivos, responsabilidades y derechos de cada uno de los que conforman el clúster, esta especie de encuentro aunque no fuese todos a la vez pero sí con vosotros de bisagra y tener cada uno claro cuáles son sus responsabilidades y cuál es su objetivo. Por otro lado me interesa mucho la figura del educador, porque yo estaba pensando que falta una persona que sea capaz de transmitir o formar al resto en unas dinámicas nuevas, una especie de educador más moderno que sea capaz de transmitir un nuevo modelo.
A.- Bueno, alguien que entienda todas las partes, su función, sus intereses, sus objetivos y sus modos operandi también porque no es lo mismo cómo funciona la asociación de comerciantes en tiempos, que como funcionan los arquitectos o cómo funciona el ayuntamiento, entonces lo que yo creo que pasa al final, es que tras mucho tiempo trabajando juntos o en paralelo, si que los diferentes agentes son capaces de entender como los otros trabajan pero que ese conocimiento llega ya casi cuando el proyecto está acabado.
+ Hablaremos ahí de un rol de coordinador, de facilitador. ¿Qué perfil piensas tu, que sería más adecuado?
A.- Me cuesta mucho imaginar de dónde vendría esa persona.
+ Yo según lo que estabas definiendo, eso ha sido vuestra labor, no digo que sea vuestra obligación, digo por cómo has ido contando el proceso me da la sensación de que lo estáis haciendo vosotros, de una forma altruista o práctica o lo que fuera o inconsciente.
A.- Bueno, sí y no, pero cuando uno empieza por ejemplo debería haber algunos enfrentamientos. Y sí que nosotros somos una parte interesada, pues cuando digo que debe haber alguien que entienda de ambas cosas es que, los tiempos de la arquitectura son lentos. Igual lo que nosotros hemos estado haciendo, lo de plantar la semilla y que luego crezca, pues era una estrategia a largo plazo, era poner los cimientos de lo que el barrio podía llegar a ser, si todo el resto pasaba. Nosotros, como arquitectos, vamos a plantar tres árboles pero la idea es que en el futuro esta calle esté llena de árboles; porque al final los vecinos dicen, bueno es que no habrá dinero, ahora ya hemos tenido financiación; mientras que alguien que entienda un poco todo el proceso diría, cuando ellos se van, vosotros ya estáis constituidos como grupo, ya vais a tener «x» proyectos, y cuando vayáis a pedir financiación se os va a hacer más caso, ya tenéis el contacto con ellos que pueden ayudar, digamos alguien que sea capaz, que no tenga realmente un interés.
+ Entonces, tal cual como lo estabas describiendo me da la sensación de consolidar un aprendizaje, es decir, cuando ellos se vayan vosotros vais a ser capaces de esto que en función de lo que habéis experimentado con ellos, esto es lo que vosotros podéis quedar para luego enfrentaros a estas necesidades
A.- Si, y que aparte nosotros no tenemos los conocimientos ni de cómo va a funcionar esa estructura porque realmente ellos discuten muchos otros temas, como de rentas, comercio, de marketing, eso sí, pero si tiene intereses con el negocio que en algunos casos van paralelo con la mejora del espacio público, ya que mientras más atractiva sea una calle, pues mejor será para el comercio. En otras cosas no son tan paralelos, entonces, esa persona tiene que ser capaz de poder entender los dos puntos de vista porque sino nosotros al final teníamos que justificar cada decisión que tomamos.
+ Y lo justificaban en las direcciones, tanto hacia los comerciantes y demás, como hacia la administración.
A.- Si, y al final se convirtió en un proyecto de batallas, de tener que ir a la administración que de entrada ya estaba en contra porque nos habíamos retrasado, porque no habíamos querido hacer lo que ellos habían pedido, y por una parte tienen sus razones. Lo que pasa es que nosotros también sabemos que nos habían dado ese proyecto porque los que pusieron parte de la financiación querían a alguien que fuese capaz de replantear lo que ellos habían propuesto, pero eso lo sabíamos nosotros y lo sabía el ayuntamiento, pero tampoco lo recordaba. Al final se convertía en que nosotros debíamos justificar cómo íbamos a gastar el dinero y eso pasa por decir cuánto cuestan las cosas.
+ Te iba a preguntar sobre eso. ¿Cuál es el grado de transparencia para este tipo de procesos? Es decir, hasta qué punto la transparencia es necesaria o hasta qué punto la transparencia es un problema.
A.- Yo creo que la transparencia es positiva y es bueno que la gente sepa cuánto valen las cosas y que incluso en algún proceso en el que tengas más tiempo y tengas presupuesto seas capaz de establecer tres opciones de diseño y decir cuánto costaría cada una. Pero para eso tienes que tener tiempo y […] aquí al menos cuando trabajas en la administración pública tienes un aparejador que es el que pone el precio a lo que tú diseñas cuando aún estás en la fase de idea. Así que está bien que la gente sepa cuánto cuestan las cosas si se explica muy claro que ese dinero no va a poder ser invertido en otra cosa.
+ Entonces, por ejemplo ahí hay un perfil del que no hemos hablado que es el de la persona que es capaz de comunicar; el educador, que yo lo entiendo como un educador que enseña pero también un educador que es capaz de hacer entender a la gente por dónde va el proceso.
A.- El educador es educador en el sentido de que educa las distintas partes, las formas y les hace saber lo que las otras partes están trabajando y al mismo tiempo que promueve el diálogo, […] sería el moderador también, el facilitador; sería un poco esa figura que falta. Pero un súper-hombre, una súper-mujer cuyo rol es ese, no es una persona que va a diseñar, va a estar activa en el comercio, o va a tener que preocuparse del presupuesto; es una persona que simplemente tiene que entender el proceso y explicarlo.
+ Dentro de todos los perfiles del barrio que trabajasteis, supongo que había personas mayores, gente en paro, comerciantes, niños, jóvenes, inmigrantes, locales, o sea, el proceso para trabajar con cada uno de ellos es particular o se intenta una llamada por filtros. ¿Como se entienden todas esas realidades que conforman un barrio que son muchísimas y están entremezcladas?
A.- Bueno, nosotros estudiamos el barrio en el cual hicimos un mapeo de todo lo que había en esa zona, pero nuestro objetivo tampoco era que todo el mundo participe en el proceso, sino que era hacer una mejora del espacio público, en el cual la mayoría se sintiese contento.
+ ¿Y como detectabais esa mayoría?
A.- Bueno, el grupo de comerciantes por ejemplo era gente que tenía una voz en el barrio, luego detectamos que la gente joven con más potencial para anclarse a este proyecto eran los que iban a clase en el centro de artes, porque eran los que hacían vida ahí.
En este caso que lo que tú ofreces es lo que les gustaría que pasase, es más, cuáles son los problemas del barrio o qué te gustaría que hubiese en un espacio público que ahora no tienes y al final era que no había espacios agradables para sentarse […] No era un proyecto acotado a inclusión, era más intentar hacer una mejora del barrio pero las conversaciones no eran demasiado profundas, al final era todo lo mismo; los jóvenes se quejaban de que no tenían un espacio para sentarse con sus colegas y hablar, los ancianos se quejaban de que no existía ningún banco en toda la calle.
+ Me da la sensación que vosotros enseguida detectasteis que había una calle que podía ser sensible de transformarse para tener comercio y que el esfuerzo luego en detectar comunidades e invertir tiempo en socios iba más dirigido a esa primera necesidad que habíais detectado vosotros.
A.- Bueno, digamos que la necesidad de reactivar esa calle era porque históricamente sí que había funcionado como galería con comercios, aún había cuatro comercios que sobrevivían.
Todas esas cosas que se pedían en el programa del ayuntamiento realmente se podían hacer en esos espacios y con la ventaja de que estaba cubierto.
+ Entonces para hacerme yo un resumen; tenéis un briefing; ese briefing se adapta además a un espacio distinto del que habíais percibido en paralelo. Estudiáis el sentimiento global que podéis añadir o no, pero sabéis que tenéis una prioridad que es la del briefing que os han encargado y al que vosotros además como extra le queréis añadir todas esas necesidades que detectáis a través de esas conversaciones con los diferentes estamentos, de lo que el objetivo no eran los estamentos, sino que tenían un objetivo principal al que además le añadíais otras cosas.
A.- Sí, entonces al final lo que nosotros hacíamos era utilizar todas esas conversaciones informales como validez para cambiar el briefing, para poder legitimarnos frente a la administración. Nuestro objetivo más que la participación era intentar hacer el mejor proyecto posible para ese barrio y utilizar lo que la gente nos decía.
+ Como una especie de legitimación consultiva, no es tanto que participen en el diseño y diseñen con vosotros, sino que a través de esa encuesta informal legitimación una serie de decisiones.
A.- No es que la preguntas vayan dirigidas pero el hecho de que yo uno de los primeros días me situase en ese espacio peatonal cubierto y me dedicase a hablar con la gente que pasaba por allí y preguntase «¿qué te parece este espacio?» y todo el mundo me dijera que está asqueroso y que podía ser mucho más bonito… Y «¿qué te parece que hayan todas esas tiendas vacías?». Entonces sí que vas dirigiendo un poco, y ahí salen otras cosas que tú tampoco sabías, […] cosas que la gente te va indicando y en las que tú vas viendo posibilidades.
+ Osea, también hay que ser capaz de ir incorporando lo inesperado, lo que surge en conversaciones informales, luego si tienes creatividad y capacidad de escucha ,incorporar a otras agentes y darle mas complejidad al proceso.
A.- Intentamos que de todas las conversaciones que escuchamos quedarnos solo con aquello que íbamos a poder hacer algo. Eso es bastante difícil, porque al final escuchas muchas quejas y con razón que afectan al espacio público, pero que tú no puedes ir mas allá. […]
+ Bueno, tú has tenido una trayectoria profesional dentro un estudio que lleva muchos años y tienen una trayectoria muy larga en procesos de ese tipo y en procesos de una escala grande y con la capacidad para influenciar a grandes niveles, pero, luego estás llevando tu propia investigación ya individual, personal con recursos menores pero con esa experiencia previa.
Llevando todo esto al proyecto, por ejemplo de Katmandú, donde tú básicamente hacías un proceso bastante similar a una escala muchísimo más incipiente y con muchos menos recursos.
A.- Si, el proyecto en Katmandú parte de que el grupo de investigación propone asentamientos informales en Katmandú como sitio de proyecto, yo voy sin saber nada del lugar, de la gente, ni de las condiciones y me paso dos semanas en esos asentamientos informales hablando con la gente, midiendo.
El primer viaje fue más de mapeo, partiendo de que esos lugares no tienen ni mapa. así que empecé haciendo un mapa de Goole Earth y luego ir allí y a base de pasear por las calles, ver dónde están las casas, ver dónde está la escuela, dónde se reúne la gente… pues vas hablando con la gente de allí y vas entendiendo cómo funciona esa estructura compleja de asentamiento informal.
A partir de esa experiencia, yo desarollo mi propio briefing. Una de las cosas que me llamó más la atención del asentamiento informal es que pese a ser un sitio muy seco y con muchísima precariedad en las viviendas hay un montón de verde, un montón de arboles, un montón de cultivos, en todos los lugares donde los pueda haber.
Luego leyendo, me enteré de que como Katmandú creció mucho y de forma poco planificada, hay un problema con la seguridad alimentaria, porque la urbanización se ha comido todo el espacio de los cultivos y estan teniendo que importar alimentos de India. Entonces, en este caso mi propuesta va naciendo un poco de mi experiencia en el lugar combinada con literatura y cuando llego allí presento mis propuestas que están basadas en los dibujos que hice del asentamiento informal.
Me reuní con una ONG de mujeres en asentamientos informales. Lo que lo primero les sorprende de las propuestas es que son muy reales y que se pueden aplicar ya, osea, era un poco intentar poner mis habilidades de arquitecto al servicio de sus necesidades y que al mismo tiempo no fuera un diseño fijo. Yo le llamo provocación, es mas una provocación que a ti te sirve para exponerle a ellos; es algo visual que ellos obviamente entienden aunque muchas veces hay aun problema de comunicación, lo cual es un juego de prueba y error.
Yo hice un boceto y luego ellos dijeron «lo queremos construir, ¿cómo lo hacemos?» y yo dije «pues, no sé, porque claro, esto es un boceto», entonces lo que yo hice fue irme con unos adolescentes que había conocido en otro asentamiento y me fui a cultivar arroz.
A estos chicos los conocí porque yo estaba haciendo una investigación con dibujo participativo, esto consistía en que yo exploraba las zonas en las cuales yo necesitaba recolectar información para hacer un proyecto a escala urbana y me ponía a dibujar por ejemplo, unas espinacas creciendo en la calle, y a partir de ahí pues había gente que venía a ver lo que estaba dibujando y hablarme. Así no es tan intimidatorio como una entrevista porque yo estoy ahí sentada pasándomelo bien y dibujando, y si la gente me viene a hablar es porque ellos quieren, y digamos que yo a partir de ahí iba dirigiendo un poco la conversación hacia el tema de la agricultura urbana y los invitaba a dibujar […] y al final el dibujo dejaba de ser mi dibujo para convertirse en un dibujo en el que los niños escribían los nombres de las verduras, otros coloreaban, otros no querían dibujar pero me contaban historias.
Pues así con estos chicos llegue a recorrer todo su pueblo. […]
Cuando las mujeres del asentamiento informal dijieron que querían construir los maceteros, yo contacté con estos chicos y les pregunté si me ayudaban a construir un macetero con bambú. Yo no sabía ni como trabajar con bambú y ellos nunca habian utilizado el bambú para construir un macetero; así que ese proceso con estos chicos fue irnos sentando y dibujando otra vez.
Pues hicimos dos en los cuales probamos colocar la madera de bambú de formas diferentes. No era un prototipo diseñado por mí, sino que fue algo que fuimos diseñando a medida que construíamos y cuando acabamos, nos sentamos, miramos y dijimos bueno, si lo tuviésemos que hacer de nuevo, ¿cómo lo haríamos? Entonces en base a eso yo diseñé un manual y el macetero que construimos en el asentamiento informal fue en base a ese manual. Pero el manual es más que nada una forma de romper el hielo, es decir «si seguís esto, se va a construir, pero si metéis variantes en el medio también» y yo creo que tienes que estar abierto cuando diseñas o que el medio tiene no solo que permitir la improvisación, sino que casi provocarla porque es casi la única manera de que realmente les des voz a ellos.
Noté que con los chavales fue una relación mas de cooperación, de realmente diseñar y construir juntos en el asentamiento informal, yo era la técnica y ellos lo que se estaban ofreciendo a construir; pero no era realmente así porque ellos sabían mucho más de construir con bambú que yo, entonces, al principio esa relación si que es más estricta, pero al final es, o se gana confianza o esta se rompe.
+ Claro, no son innovadoras en una ciudad donde en realidad lo que tienes son parámetros verticales pero no tienes terreno en extensión, pero luego en lugares donde tienes terreno en extensión se da por hecho, de repente pensar en vertical cambia radicalmente. Osea, yo creo que hay una parte de innovación que no es tanto inventar desde cero una nueva idea, sino, poder linkear una idea con una necesidad en un lugar distinto. Luego igual, me interesa mucho lo que has hablado, porque una de las tantas preguntas que me hacía era la identidad, el cómo se identifican los usuarios con el proyecto, es decir, si tú llegas con el diseño, cómo hacen ellos para apropiarse de ese diseño y al final conquistarlo y hacerlo suyo y no tratarlo como algo que se les ha impuesto por la lista de turno.
¿Cuáles crees que son los retos después de todas estas experiencias que son individuales y colectivas, desde muf, que tienen una forma de ser y que tú de alguna manera de encuentras dentro de una estructura que te impone su modelo al momento que tú decides incorporar tu propio modelo y diseñarlo a tu manera incorporando el dibujo, la escucha, lo inesperado, etc? ¿Cuáles dirías que son los retos dentro de este modelo de activación? No lo enfocaría desde el punto de vista de la arquitectura sino como tú lo has enfocado antes, como herramientas para que una comunidad pueda resolver sus propias necesidades.
A.- Retos hay un montón, primero es entender por qué lo hago yo, por qué lo hacen ellos, por qué estamos yendo por esta línea.
Desde mi punto de vista es una necesidad el intentar hacer arquitectura de otra manera para que realmente no se transforme en un puesto, sino que es algo en lo que creo: que la gente sea capaz de diseñar como quiere que sea su casa, su huerto o como quiere que sea su barrio.
Yo creo que los retos son grandes porque las estructuras y el mundo no están yendo hacia ahí. Pero sí hay gente que ve la participación y la activación social como futuro. No obstante hay muchos condicionantes, desde la financiación, los tiempos de los proyectos, los resultados, los parámetros de medición, pues como mides si algo es exitoso o no, cuáles son los indicadores para la evaluación. Eso sería un reto.
+ ¿Y la evaluación de lo previo? Es decir, que en esta nueva visita ver qué ha pasado con esos maceteros.
A.- La evaluación de lo previo es otro objetivo del viaje, creo que en ese sentido no va a ser una historia con final feliz, porque lo que pasó cuando construimos los maceteros fue que la ONG decidió comprar material para hacer tres, a lo que yo dije que era mejor que empezásemos con uno, y de todas formas compraron material para tres. Al final la directoria de la ONG no estuvo presente en el proceso porque estaba muy ocupada con otras cosas, y el huerto fue construido con gente del asentamiento. El último día tuvimos una discusión en la que ella decía que teníamos que decidir bien donde se iba a poner el macetero, porque por ejemplo si lo ponemos en el patio del colegio quizás los niños puedan ver como está construido o vayan a casa y lo construyan, también se pueden pintar porque así serían mucho más bonitos… Así que hubo esas discusiones que te hacen pensar que se puede multiplicar y que la próxima vez que vaya va a haber más de uno pero he estado intentando contactar con ellos para que me manden fotos o me cuenten qué tal y no he tenido respuestas, entonces ya veremos…
+ Lo importante es el por qué mas que el resultado, preguntarse el porqué de ese resultado.
A.- Si, está claro. Mi deseo es encontrar un socio local, ya que este ejemplo fue genial porque surgió a través de que yo leí sobre esta institución en el periódico, porque estaban exigiendo mas derechos para los habitantes de asentamientos informales, y luego me puse en contacto con ellos […].
+ Justo he hablado en otras entrevistas sobre el hecho de que, que se llegase con una respuesta concreta a un problema concreto ayudó a que la gente enseguida lo viese y lo quisiera llevar a cabo pero por otro lado también hacía que la gente entendiera que la propuesta no era suya, sino ajena. Entonces con la misma rapidez que la apoyaban y la visualizaban, también en cuanto el proceso se alargaba y se necesitaba de una energía más personal para llevarse a cabo, se iban desenganchando porque no habían conseguido hacerlo propio.
A.- Esto no es un proyecto tampoco es un mini proyecto. La idea era que si se repetía sí se podría llegar a generar una identidad colectiva más entorno a eso, pero es bastante individual.
Hay dos problemas principales. Uno es que esas personas no tienen ni acceso ni son dueños de las casa de donde viven, entonces realmente hay muy poco espacio por lo que yo creí que esa podría ser una de las razones para que el master no funcionase.
Otra, y que es la que me preocupa más, es la continuidad. […] esa labor técnica que yo llevé los dos primeros días, quién la va hacer por lo menos en el siguiente, o saber si es necesaria o no.
+ Después de hablar contigo podríamos cómo descartabas los maceteros y pensabas ya a futuro a una escala mas grande como una especie de prototipo o micro intervención que permitiese testear un modelo para poder llevarlo a otro espacio, o sea, aterrizar con una solución concreta para ver como introducirte a la comunidad, ver cómo reacciona y luego llevar a cabo ese otro proyecto que en realidad si que podría ser más participado entre todos y apropiado por todos. Quizás esto podría ser una posible metodología de introducirte a la comunidad a través de micro intervenciones que luego te permitan conocer un poco el entorno.
A.- Sí y no, porque lo primero que saqué de conclusión del macetero es que el macetero se podría escalar y en vez de hacer un macetero vertical que pones contra la fachada de tu casa se podría convertir casi en una piel, que solo tenga agujeros para la puerta y las ventanas y entonces, así podría ser todavía mucho más productivo. Yo sí que vi que existía una necesidad real y que independientemente de lo que pase en esa comunidad con el macetero, porque digamos que la provocación puede ser aún más potente que hacer algo pequeño, pero el hacer algo pequeño me valió de entrada para poder descubrir un montón de cosas, también a nivel constructivo. Pero al ver que la necesidad está ahí y el proyecto es bien acogido de entrada puede ser escalado. […]
+ Muchísimas gracias y un placer.
Y te voy a decir que se nota que tienes como el doble perfil de gente que ha hecho y gente que está estudiando porque sacas unas lecturas dentro de tu propia actividad que son útiles, es decir, permiten transmitir unos conocimientos, por otro lado hay gente que solo hace y te cuenta como hace pero luego ya tienes que ser tú el que consiga entresacar de ahí el aprendizaje, hay gente que no hace pero que observa, por ende su visión esta está centrada en su observación pero tener gente que tenga el doble perfil no es común y cuando es, es súper enriquecedor.
A.- Muchas gracias